Bendita transformación. El jugador de cristal, marcado por las lesiones y los problemas físicos (la temporada pasada tuvo dos lesiones y se perdió seis partidos; en la anterior hasta 10; y en su primera 21 partidos) experimenta una metamorfosis asombrosa para erigirse en el referente del eje central defensivo del Real Valladolid. En primer lugar, de nuevo Nike perpetra una camiseta a rayas asimétricas, creando el nefasto efecto código de barras.