Cien años después, las peripecias en torno al maillot amarillo y los casi 300 ciclistas que lo han lucido son fuente inacabable de anécdotas. Era el 10 de julio de 1919. Días más tarde se especificó que sería amarillo, como las páginas del diario. Como queda dicho, Eugène Christophe, apodado el viejo galo, fue quien estrenó la hoy codiciada camiseta distintiva, entonces un jersey de lana fina. Y el 19 de julio en Grenoble, undécima etapa, el francés Eugène Christophe se convirtió en el primer portador de la distinción.