Esta posición le habría valido para permanecer en la categoría, pero el descenso del primer equipo desde la Segunda División B, hizo que el filial descendiese directamente a la Primera División Regional Aficionados de Castilla y León. Esta rivalidad tiene su origen en la distinción que ambas ciudades, Burgos y León, han tenido como capitales de las dos regiones fusionadas para crear la autonomía: Castilla y León.