Cuando Juan Carlos I empezó a ingresar mucho en B, la grieta entre lo que el Estado decía que gastaba la monarquía y lo que la monarquía gastaba en realidad se convirtió en un cráter (que nos negamos a mirar de frente durante 30 años). Para su desgracia, el nuevo curso le trajo una grave lesión en la rodilla que lo mantendrá alejado de los terrenos de juego medio año.