Poco a poco iban surgiendo jugadores que habrían de dar lustre al nombre y los colores del Cruz Azul, por ejemplo Guillermo Álvarez Macías, quien llegó a ocupar la presidencia de la compañía cementera que bajo su dirección adoptó la razón social de Cooperativa Cruz Azul. En el acta de fusión que dio nacimiento al Real Oviedo se estableció que el nuevo escudo debía tener la Cruz de los Ángeles propia de la ciudad.